martes, 9 de junio de 2009

Las mafias en Brasil

Mafia es un término utilizado a nivel mundial que se refiere a una clase especial de crimen organizado que desarrollan actividades delictivas con fines de lucro. Entre dichas actividades suelen encontrarse el tráfico de drogas, armas, réplicas de obras artísticas o tesoros arqueológicos. Son grupos operativos organizados y que en muchas ocasiones tienes redes de contacto a nivel mundial.

Brasil se encuentra dentro de los países con los mayores porcentajes delictivos en Latinoamérica, índice directamente proporcional a la diferencia que existe dentro de la distribución de la renta dentro de las clases sociales del país, donde la violencia urbana y la inseguridad es uno de los principales temas de campaña de los candidatos a las elecciones presidenciales.
Tipos de mafias en brasil

Entre las mafias comunes existentes en el país relacionadas con el narcotráfico, el robo de vehículos, el tráfico de armas, la lotería de animales, la prostitución infantil, la falsificación de medicinas, la evasión fiscal y los delitos contra el orden económico, destacan dos, las cuales han tenido un crecimiento mayor dentro de los últimos años, estas son:

· Secuestros: El secuestro es el delito estrella. Los hay de todos los tipos. El más simple es el secuestro Express o relámpago, que se realiza sin planificación previa de quién será la víctima. No precisa un lugar de cautiverio, la duración es mínima y, si hay rescate, no es para hacerse millonario. Los secuestradores suelen ser pequeños delincuentes no profesionales. El otro extremo es el secuestro realizado por bandas experimentadas en busca de víctimas adineradas. En São Paulo, de treinta secuestros en 2001 se pasó a doscientos cincuenta y uno al año siguiente. En los tres primeros meses de 2002 la cifra creció un trescientos veinte por ciento en comparación con el mismo período del año anterior y en el presente año creció un 20% respecto del año anterior con un promedio de 500 secuestros exprés por mes.

Robo de cargas: Los asaltantes dominan a mano armada al conductor y lo mantienen secuestrado mientras esconden el vehículo y transfieren la carga hacia un depósito o hacia otro camión. En cuatro horas el conductor quedará liberado y su camión abandonado. Los asaltantes constituyen la punta operativa y visible de la organización criminal. Cada año, el robo de cargas crece en Brasil un 30%. En 1999, las empresas transportistas tuvieron perjuicios por cerca de 195 millones de dólares. Se registraron 4.200 robos en las carreteras, 80% de ellos en los estados de São Paulo y Rio de Janeiro. En el Noreste, el robo de cargas está vinculado a la siembra de marihuana en la región, conocida como el Polígono de la Marihuana. Las cargas más afectadas, en orden de importancia, fueron los alimentos (20,58%), confecciones y telas (16,74%), aparatos electrónicos y electrodomésticos (9,61%), medicamentos (6,66%). Los cigarrillos son también muy atractivos para los asaltantes. Las mercaderías son entregadas a los aguantadores por una red organizada, según el tipo de producto, mientras que los camiones son canjeados por cocaína en Bolivia, Colombia y Paraguay.


Además existe también un patrón de criminalidad emergente que se distinguiría de la común, por estar organizada como asociaciones empresariales estables con el objetivo de cometer actos ilícitos y lucrativos, que involucran la participación, por acción u omisión, de agentes públicos. Esta criminalidad organizada puede usar medios violentos, y frecuentemente los utiliza, para imponer su control sobre personas y territorios, o resolver disputas, pero no debe ser confundida con bandas ordinariamente armadas y provocadoras de violencia, entre algunos ejemplos de estas mafias se encuentran:

Mafia maderera: En los años que lleva en la actividad delictiva, la mafia llegó a talar 1,9 millones de metros cúbicos, lo que representan unos 76.000 camiones. Semejante cantidad de vehículos, puestos en fila india cubrirían una distancia incluso superior a la que hay entre Buenos Aires y Bariloche. El valor estimado de esa deforestación es de 390 millones de dólares. La mafia operaba con autorizaciones truchas que le permitían transportar productos forestales hacia los puertos y embarcarlas al exterior o enviarla a los centros de consumo brasileño.

Primeiro Comando da Capital: Organización compuesta inicialmente para defender los derechos de la masa penitenciaria brasileña. Hoy en día la organización es dirigida a presos y fugitivos principalmente del Estado de São Paulo. Varios ex líderes están presos (como el criminal Marcos Willians Herbas Camacho y Vulgo Marcola, que actualmente cumplen sentencia de 44 años, principalmente por asalto a bancos) El PCC cuenta con varios integrantes, que financian acciones ilegales en São Paulo y en otros estados del país, además de la región del Mercosur.

Solo en el año 2006 realizo ataques contra autobuses, casas de policías, bancos, metros, en un total de 293 actos en todo el estado. Murieron 152 personas, de los cuales 107 eran criminales, 41 policías o agentes de seguridad y 4 civiles. Los ataques fueron cuidadosamente dirigidos contra objetivos públicos y autoridades. Se atacaron algunos puestos de policía con bombas y algunos policías fueron sorprendidos en la calle y ejecutados. Agencias bancarias y autobuses fueron otros de los objetivos preferidos de los criminales. PCC tuvo cuidado en evitar bajas entre la población civil. Desde el inicio de los ataques murieron solamente 4 ciudadanos, algunos porque probablemente fueron confundidos con policías.


Tráfico de armas:
Circulan en Brasil más de 17 millones de armas de fuego - 90% de ellas en manos de civiles. De ese montante, más de la mitad son armas ilegales de las cuales se calcula que 46% están en las manos de criminosos, casi cuatro millones. Las armas de los bandidos provienen del comercio. “Por el análisis de los rastreos realizados, se constata que los mayores desvíos de armas para el crimen (68%) son realizados por comercios legalmente autorizados a vender estos productos, dentro de la ley”

Las favelas
Comenzaron a fines del siglo XIX, recién en la década de 1930 adquirieron parte de su dimensión en la ciudad. En los años 40 se produjo un incremento desmedido de sus poblaciones y las autoridades no sabrían como controlar.Las favelas son refugios de los integrantes de las mafias o los llamados “soldados” quienes son servidores de los grandes jefes de las mafias en Brasil.

El reclutamiento de niños, lavado de dinero y extorciones son otras acciones relacionadas con la mafia.

La delincuencia activa la industria de la seguridad

La protección frente a la delincuencia es un negocio floreciente en las principales urbes de América Latina, donde la violencia es uno de los protagonistas de la vida cotidiana. El blindaje de vehículos, por ejemplo. Hoy ya no son lujosos Mercedes Benz los que se refuerzan a prueba de balas, sino carrocerías de modestos utilitarios en los que viajan los ricos que pretenden pasar inadvertidos.

La mitad de las solicitudes de consultoría que recibe la empresa estadounidense de gestión de riesgos Kroll Associates se refieren a protección personal de altos ejecutivos. Hasta el año pasado, el 70% de las consultas tenían que ver con asuntos corporativos como fraudes internos y protección de instalaciones, según un informe de Veja, la revista de mayor circulación. La británica Control Risks, especializada en secuestros, ha multiplicado sus servicios en Brasil, especialmente en São Paulo y Río de Janeiro. Estas empresas de seguridad ofrecen ahora paquetes de protección que incluyen vehículos blindados, cursos de acción defensiva en los que se enseña a huir de asaltos y secuestros en la vía pública, inspección de la vivienda y las oficinas del cliente para orientarlo en la adquisición de equipos de protección.

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